Sobrino de Rafael Farina, a Diego el Cigala, que no se llama Diego ni tiene nada que ver con las cigalas, ha sido el último entrevistado del año de Bertín Osborne en \’Mi casa es la tuya\’. En artista, que vive en República Dominicana desde hace cinco años se ha adaptado a vivir el país caribeño por la sencillez de sus habitantes, además de ser un punto estratégico para sus giras.

El artista no dejó de bromear a lo largo de toda la entrevista sobre su pasado, como cuando falsificó la firma de su padre para irse a cantar a Japón o lo mal que lo pasó en la mili, donde lo único bueno cada vez que le arrestaban era que “estaba sentado” porque “tenía ampollas” del periodo de instrucción. Sin embargo, a pesar de su buen humor, Ramón Salazar, se rompió al recordar a Amparo, la mujer con la que compartió 26 años de su vida.

“Amparo murió hace tres años. Y ha sido muy duro llevar eso porque aparte de compañera ella se encargaba de muchas cosas (relativas a su trabajo)”. El cáncer se llevó en seis meses a la compañera de su vida, la misma que se despreocupó por ella para dárselo al cantante de Lavapiés.

“He vivido momentos muy duros y ella siempre ha estado ahí. Y cuando has mirado atrás siempre ha estado allí, el amor de ella siempre va a estar como un ángel de la guarda”, confesaba con emoción. Lo ha superado gracias al amor de sus hijos y “de Dios”.

Pero sin duda lo más emotivo fue cuando habló del momento de la muerte. “El mismo día que me despedí de ella, me cogí un avión y me fui a Los Ángeles. Ella me lo dijo: ‘ocurra lo que ocurra, prométeme que vas a ir cantar. Y era imposible”. Pero lo hizo. El viaje, reconoce, “fue una pesadilla”. “Pero di uno de los mejores conciertos de mi vida”, apostilló”.

Durante su entrevista, estuvo acompañado por El Langui, uno de sus mejores amigos, y Dani Martínez, objeto de crítica en Twitter con su peculiar sentido del humor.

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