Camila Espínola: La fotógrafa favorita de la música chilena

Por Antonia Batenko y Camila Torres
Es una fotógrafa conocida en el mundo del espectáculo de la cumbia chilena. Tiene 27 años, pero partió a los 15 con una cámara digital Olympus y hoy destaca como una de las fotógrafas favoritas de los exponentes de la música chilena como Guachupé, La Combo Tortuga, Luis Lambis, entre otras
Es miércoles a la una de la tarde y Camila está entre once hombres que componen la Combo Tortuga. Mientras ellos hacen chistes y se cambian de ropa en medio de la sala de ensayos, Camila pone orden para comenzar la sesión. Su carácter, al igual que su carrera, se ha construido en base a de una década en la que ha llevado su cámara a un sinnúmero de tocatas, festivales y conciertos.
Estudió Ingeniería en Marketing durante un año, Diseño Gráfico durante tres y terminó estudiando Producción de Eventos, pero se dio cuenta de que la fotografía en eventos era lo suyo. Todo comenzó cuando su mamá la llevó a un show de Daniel Muñoz, en donde también estaba Juana Fe entre otras bandas. Ella le hizofotos a estos últimos y las subió a su Fotolog, después comenzó a seguir sus shows tomando fotos en los lugares que su minoría de edad le permitían. Así llegó al circuito del Galpón Víctor Jara, en donde conoció a varias bandas de la escena musical chilena, y entre ellos, los Chancho en Piedra.
Comenzó a fotografiar a las bandas por hobby, a subirlas a Fotolog y posteriormente a Flickr, en paralelo al colegio y a la universidad. Cuando le empezó a ir bien en el medio y se dio cuenta que podía comenzar a cobrar por su trabajo, pero no fue hasta el pasado 2016 que se decidió a vivir solamente de lo que le apasiona, siendo una de las pocas personas que puede pagar su techo y su comida haciendo lo que ama. Actualmente, Camila trabaja con su socio Carlos Poblete, quién la asesora en los temas técnicos debido a que él estudió fotografía. Ellos trabajan de manera independiente y directamente con las bandas. Pero hace un mes, Espínola decidió ingresar a trabajar a la productora Egun para dedicarse y poner en práctica lo que estudió, pero su cláusula es no dejar de tomar fotos, es más, aprovecha cada show para tomarle fotos a las bandas que le toca cubrir para seguir adquiriendo experiencia y complementar ambos trabajos.
Camila nunca estudió nada relacionado con la fotografía, “Los Chanchos trabajaban con tres fotógrafos profesionales, ellos me tomaron y me enseñaron la técnica, pero hay muchas cosas que yo no sé y es que yo he ido aprendiendo de ensayo y error”, hasta creó su propio filtro para darle su propio toque a las fotos que hace.
Pero el arte de Espínola no es amateur. Para Carlos Müller, fotógrafo de espectáculos, el área es complicada porque uno depende del artista y de su show, “no puedes sacar 100 fotos iguales del artista frente al micrófono”, opina el fotógrafo. Pero para Rodrigo “Gigio” Alveal, miembro de Guachupé y amigo de Espínola, “Lo especial de la Cami, es que más allá del foco, el encuadre o el obturador, ella sabe retratar el ánimo de las bandas, porque si no encajas con las bandas, vas a tener una foto de sujetos parcos y fríos, pero ella logra la representación de la banda en vivo”. Para Carlos Poblete, quien se define como alguien muy perfeccionista y exigente con los otros fotógrafos, “Su trabajo es de muy buena calidad, además de que ella es muy profesional en su trabajo y por ejemplo sabe separar el trabajo de la amistad. Pero lo que más me gusta es la forma en que nos complementamos y siempre estamos aprendiendo el uno del otro”.
El área de la fotografía de eventos no es cosa fácil. “Suele haber mucho ego en este ambiente, hay gente que no te va a agradecer porque le sacaste unas fotos, sino que sienten que ellos te están dando una oportunidad al dejarse fotografiar”, cuenta Camila. Gigio cree que “En un mundo en que casi todos son hombres, que además se ofuscan con facilidad y es un ambiente súper individualista, la Cami no solo retrata el momento, sino que hasta es un bálsamo entre los ánimos que no siempre son los mejores o hasta entre las peleas internas que a veces se producen. Al final la gente solo ve el resultado de su trabajo, pero hay algo vital detrás de eso, y es el grupo humano, y la Camila saca lo mejor de él”.
La voz de Camila es dulce y afable, y este vídeo es una demostración de la opinión de Rodrigo. En él se muestran los aprendizajes y fracasos de la fotógrafa, además de un día en su vida rodeada de hombres.
Camila cree que si no hubiese dejado durante tres años de hacer fotos, estaría mucho más profesionalizada de lo que ya lo está,con el oficio; y es que el talento y las ganas no le faltan, en esto coincide Rodrigo, quien cree que ella puede llegar a donde se lo proponga. Según las palabras de su amigo Carlos Poblete, Camila tiene un gran futuro y lo único que le falta a ella para consolidarse, es seguir ganando experiencia, aprendiendo y trabajando como lo hace ahora. Afirmación con la que concuerda el fotógrafo Carlos Müller en la entrevista a continuación.

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