Diseño Universal de Aprendizaje Nivel novato. ¿Cómo podemos atender a la diversidad en nuestra aula? – José Luis Redondo

En muchas presentaciones educativas, especialmente las relacionadas con la atención a la diversidad y la inclusión, siempre podíamos encontrar la imagen superior. Entendíamos que el problema, es decir, la discapacidad, la tenía el alumno/a, por ese motivo se rellenaban toda una serie de informes psicopedagógicos, adaptaciones curriculares.. que resaltaban y destacaban lo que ese alumno/a NO podía hacer. Partíamos de una imagen limitante, en la que en nuestros proyectos, tareas o actividades nos bastaba con incluir un apartado en el que se leía atención a la diversidad. Nos parecía que era mas que suficiente.

Sin embargo, el DUA que descubrí gracias a Antonio Márquez, nos aporta un enfoque diferente.

En primer lugar, no se centra en lo que el alumno/a no puede hacer. Crea una imagen positiva del alumnado con NEAE, y se preocupa de descubrir que es lo que si puede hacer, no lo que lo diferencia con respecto a los demás.  No parte de una situación limitante.

En segundo lugar, se centra en las limitaciones de curriculum educativo, de la metodología, del ambiente de aula y propone alternativas basada en proporcionar múltiples formas de representación, acción y expresión, y motivación.

Ahí reside su genialidad, es un enfoque que suma, no resta. El problema reside en la barrera. Es la barrera la que resalta la (dis)capacidad, por lo tanto, si la eliminamos todos pueden aprender en la medida de sus posibilidades y capacidades.

Su implantación ha sido estudiada por el CAST,  que ha aportado evidencias sobre su aplicación y funcionamiento. Básicamente este enfoque afirma que existen tres pautas que sigue el cerebro cuando aprendemos. Esas pautas se relacionan con unos principios:

a) los afectivos/emocionales que guardan relación con el por qué del aprendizaje.

b) los estratégicos que se relaciona con el cómo aprendemos, es decir, con las metodologías, las estrategias, enfoques, tanto del alumnado como del docente.

c) con las formas de representación que se relacionan con el qué del aprendizaje, es decir, los contenidos y como el alumnado puede acceder a ellos.

En función de estos principios podemos dar múltiples respuestas a las necesidades individuales de nuestro alumnado.

¿Qué implicaciones tiene este enfoque? Tal y como señala David Bueno, muchas veces los docentes nos preocupamos primero por el qué: lo que queremos que aprendan, qué contenidos vamos a primar sobre otros, qué tipo de textos vamos a usar o si nos vamos a centrar mas en el uso de videos u otros medios. Después nos solemos preocupar por cómo vamos a enseñar: si vamos a usar metodologías activas o no, si vamos a apostar por la instrucción directa, trabajar con centros de interés o por rincones. Incluso algunos nos podemos centrar en enseñarles estrategias a nuestro alumnado, por ejemplo, para memorizar, para sintetizar la información.

Al final,  nos centramos en el por qué: preguntándonos como podemos hacer significativo (y memorable) el aprendizaje de los medios físicos, o la relevancia de teorías de la física para construir un edificio o un motor.

¡Fijaos bien!, hablo de significatividad, no de utilidad, por ejemplo, para mi es inolvidable haber interpretado el papel de Zapo en Picnic, una obra de teatro que narra el sinsentido de  la guerra. La utilidad del contenido no es lo significativo, fue todo el proceso de representación y ensayo, junto al apoyo recibido, lo que convirtió esa obra en una experiencia memorable para mi persona.

Por el contrario, nuestro alumnado sigue el proceso inverso. Lo primero que se cuestiona es el sentido y el por qué:  lo relaciona con su interés, con el ambiente que se crea en el aula, con que le toque o no la “patata”, o con lo bien o mal que le ha ido la materia en otros cursos. Después se cuestiona cómo lo puede aprender, y qué tipo de estrategias puede o no usar.

Es solo al final cuando se plantea el qué. Que para nuestro alumnado es la cuestión menos importante, y sin embargo, para nosotros los docentes parece fundamental.

Gracias a este enfoque he ido mejorando mi atención a la diversidad. Entre otras mejoras he adaptado todos los textos de mi materia según los criterios de Lectura Fácil, he creado toda una serie de actividades adaptadas, que me han permitido alternar trabajo individual con trabajo en equipo.

A esto se ha sumado la opción In Flip. Esta variante del modelo Flipped Learning centra el visionado en el aula, así con videos de unos 3 minutos trabajamos estructuras cooperativas simples como el Mapa Conceptual a 4 bandas. Esta opción me permite detectar las lagunas de información al instante, y así no discrimino a nadie por no tener acceso a Internet.

Por último he dividido los contenidos de materia en tres niveles de dificultad, y las he relacionado con posibles preguntas siguiendo la técnica compleja Enseñanza Acelerado por Equipos. De este modo he conseguido que mi alumnado sepa que deben alcanzar el nivel verde como mínimo indispensable, el color azul como recomendable y el naranja como nivel máximo. Esta estructura de colores no tiene por qué correlacionarse con un aprobado o notable, depende del nivel del que parte mi alumnado, de  hasta donde consigue llegar con el apoyo de su equipo, y su esfuerzo personal\"Captura

Sólo el hecho de cambiar el enfoque me ha dado una enorme variedad de herramientas y opciones que usar en el aula. Si queréis profundizar mas en este tema os recomiendo el blog de Antonio Márquez, un verdadero referente en este tema.

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En muchas presentaciones educativas, especialmente las relacionadas con la atención a la diversidad y la inclusión, siempre podíamos encontrar la imagen superior. Entendíamos que el problema, es decir, la discapacidad, la tenía el alumno/a, por ese motivo se rellenaban toda una serie de informes psicopedagógicos, adaptaciones curriculares.. que resaltaban y destacaban lo que ese alumno/a…

En muchas presentaciones educativas, especialmente las relacionadas con la atención a la diversidad y la inclusión, siempre podíamos encontrar la imagen superior. Entendíamos que el problema, es decir, la discapacidad, la tenía el alumno/a, por ese motivo se rellenaban toda una serie de informes psicopedagógicos, adaptaciones curriculares.. que resaltaban y destacaban lo que ese alumno/a…

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